La pésima gestión de Sánchez en la pandemia hunde un 70% la recaudación por Sociedades
La debacle económica parece garantizada: la pésima gestión del coronavirus y la lamentable falta de previsión económica del Gobierno han hecho que el principal golpe económico se lo estén llevando las empresas. Los datos de recaudación fiscal de Hacienda, que hoy publica OKDIARIO, prueban ya que los ingresos por el Impuesto de Sociedades se han evaporado. El desplome de la recaudación por este tributo supera el 70%, lo que anticipa una brutal desaparición de tejido empresarial que alargará la crisis al desaparecer los creadores de empleo.
Se trata de datos oficiales de la Agencia Tributaria que reflejan el ritmo de avance de la recaudación fiscal de los principales impuestos nacionales. Y el resumen es literalmente letal. Con datos ya consolidados del segundo trimestre del año, los ingresos tributarios totales confirman un hundimiento de un 30,1%.
Pero el castigo, además, se ceba con especial intensidad en las empresas, lo que hará más larga la crisis al desaparecer los creadores de empleo que deberían recuperar a sus antiguos trabajadores una vez relanzada la actividad.
De este modo, el IRPF pierde 13% de sus ingresos en este segundo trimestre de 2020. El IVA un 29,8%. Los Impuestos Especiales un 28,9%. Pero es el Impuesto de Sociedades el que literalmente se desvanece: pierde un 70,9% de lo recaudado por Hacienda en 2019. Se trata de un dato demoledor que demuestra la inutilidad de las medidas económicas lanzadas por el Gobierno y la magnitud del daño ocasionado.
Los informes de Hacienda a los que ha tenido acceso OKDIARIO han negado el optimismo oficial desde hace tiempo y han admitido desde hace meses el fuerte impacto de la crisis del coronavirus en la recaudación de los grandes impuestos nacionales: los ingresos por el IRPF, Impuesto de Sociedades, IVA e Impuestos Especiales, de hecho, se hundieron un 30% en los dos primeros meses completos del estado de alarma. El resultado fue una pérdida de 10.341 millones en esos dos meses -abril y mayo-.
Las cifras son rotundas y figuran en las bases de datos de la Agencia Tributaria y del Ministerio de Hacienda. De ese modo, si en abril de 2019 la recaudación total por los cuatro grandes impuestos nacionales sumó 26.448 millones de euros, el mismo mes de 2020 se redujo a sólo 18.942 millones. Y si el mes de mayo de 2019 alcanzó la cifra de 8.921 millones, el mismo mes de 2020 tuvo que contentarse con 6.086 millones. Y todo ello por el impacto del coronavirus y el estado de alarma.
La consecuencia: una caída de un 28,4% de la recaudación en el mes de abril y de un 31,8% en mayo. Dicho de otra manera, Hacienda reconoce un brutal desastre que nos ha costado ya sólo en esos dos meses nada menos que 10.341 millones de euros. Y la cosa no ha mejorado demasiado con la eliminación del estado de alarma: en junio se siguió perdiendo otros 2.583 millones de euros.
Por impuestos, el golpe en pleno estado de alarma también fue mayor en las empresas: en mayo su recaudación cayó un 49%, mientras que la de la renta registró en ese mismo mes un descenso del 8,4%, según reconoce Hacienda. El IVA, por su parte, se hundió un 47,9% en ese mes. En abril, el Impuesto de Sociedades igualmente cayó por encima del resto: un 66,9%. El IRPF lo hizo en un 16,4% y el IVA en un 18,3%.
Traducido: las empresas, las grandes creadoras de empleo, son las que están llevándose el peor golpe de esta crisis, lo que supone que la destrucción de empleo será duradera porque cuando se debiera restablecer la actividad no existirán buena parte de las sociedades que crearon inicialmente los empleos destruidos.
Parón desde abril
Los informes de la Agencia Tributaria (AEAT), dependiente del Ministerio de Hacienda, destacan igualmente que estos datos «recogen el parón de la actividad en abril» y confirman el avance del impacto que los grandes organismos descuentan para España. Desde la Comisión Europea, hasta el FMI, o el propio Banco de España descuentan ya un fuerte impacto para la economía española.
La crisis del coronavirus pasará una factura para la economía española innegable. Desde el Gobierno avisan de que la economía española «se está recuperando», en palabras de la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero. Pero en realidad la vuelta real a la normalidad económica no se producirá hasta dentro de varios años. Puede que incluso cinco.
Según las proyecciones del Banco de España, contrastadas por un importante servicio de estudios del país, el peor de los escenarios podría retrasar los niveles previos a la crisis, teniendo en cuenta las gráficas incluidas por el supervisor financiero en sus últimas estimaciones económicas, hasta finales de 2024 ó incluso el arranque de 2025.
En el escenario más benévolo, que establece una recuperación temprana, España recuperaría el PIB real de la economía en la segunda mitad de 2022. Es decir, en más de dos años. El escenario de recuperación gradual, el intermedio, del organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos no contempla la recuperación del PIB del cuarto trimestre en todo el año 2022.
De hecho, la tendencia que muestra el informe de este servicio de estudios revela que la recuperación no se produciría hasta la segunda mitad de 2023. En cambio, el «escenario de riesgo» del Banco de España revela que la vuelta a la riqueza del cuarto trimestre de 2019, antes de que estallara la pandemia, no se produciría hasta finales de 2024 o principios de 2025.
Y el salto de un escenario a otro depende en buena medida del afianzamiento de los rebrotes: algo que ya parece estar sucediendo.
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